Los transportines rígidos suelen estar fabricados en plásticos duros y resistentes totalmente asépticos al ser el plástico un material de fácil limpieza en donde los germenes no pueden asentarse con facilidad.

El transportín rígido para gatos también es valido para perros pequeñitos y otras mascotas, porque al fin y al cabo se trata de una caja con ventilación lo suficientemente furete como para aguantar el peso del animal sin que esta se desmorone.

Todas las piezas del transportín se fabrican con material plástico que suele ser moldeado en caliente a partir de pequeñas bolas a las que se les añade el colorante antes de entrar en la máquina de inyección, llamada así porque lo que hace es inyectar plástico en estado líquido en los moldes metálicos donde inmediatamente el liquido caliente toma la forma del molde.

Este proceso garantiza la estanqueidad y uniformidad de las piezas que conforman el conjunto, que una vez montado toma forma de jaula con asa.

Algunas piezas como la rejilla delantera suele ser metálica aunque hay modelos donde esta pieza también se fabrica con el mismo plástico con el fin de abaratar costes y fabricarlo íntegramente en el mismo sitio.

Aunque hay otros modelos de transportines, estos mas bien son bolsos y no ofrecen la protección que ofrece el plástico rigido, así que no son aconsejables para llevarlos en el maleter del coche, y mucho menos en transportes públicos o en el caso de que se envíen a través de agencias de transporte, en cuyo caso solamente se lo admitirán si va en un transportín rígido que garantice la seguridad del animal en todo momento.