Imaginate una situación un tanto real que se produce a diario en miles de ciudades de todo el mundo: Tienes que llevar a tu gato o mascota al veterinario y este tiene la consulta en la otra parte de la ciudad, por lo que te decides a llevarlo ya sea andando, en un taxi o en tu propio vehículo, pero obviamente no puedes llevarlo tomado bien porque puede escaparse, alborotear dentro del taxi, o si vas en tu coche, quizás te entorpezca la conducción.

La solución, induidablemente está en el trasportín o transportín, que básicamente es una pequeña maleta que hace las veces de jaula ya que está formada por un habitáculo con rejillas para que el animal pueda respirar.

Tanto si se trata de un trasportín rígido como si es de tipo bolso, lo más seguro es que esté diseñado para que en este caso el gato viaje de forma cómoda y segura.

Un animal no puede llevarse en una bolsa de la compra, pero aunque parezca disparatada la expresión, tampoco debe llevarse en capazos abiertos o bolsos que no estén diseñados para el propósito.

La próxima vez que salgas con tu mascota, elige la opción mas lógica y llévalo en un transportín.