MIFAUNA

Es obvio que cuando hablamos de transportar a un perro nos referimos a llevarlo de un sitio a otro con independencia de la distancia y la duración del trayecto, así que cuando se trata de un recorrido muy corto, quizás no parezca necesario llevar al perro sujeto por la creencia que tenemos de que el animal se va a comportar dentro del coche, pero la pregunta es ¿Que pasaría si debido a un choque, un frenazo o una maniobra brusca, el animal se asusta?

 

La Dirección General de Tráfico ha recomendado en diversas ocasiones varias maneras de llevar al perro y siempre de manera controlada y por supuesto sujeto.

 

A pesar de que puede ser motivo de sanción llevar un perro suelto, como hemos explicado en otras ocasiones, estas son algunas opciones que podemos elegir a la hora de transportar a nuestro perro:

 

ANIMAL SUELTO: El peor escenario posible es el perro tumbado sobre la bandeja trasera, detrás del conductor. El animal saldrá lanzado contra el reposacabezas del conductor si hubiera un accidente. Los dos sufrirían lesiones muy graves, incluso mortales.

 

ARNÉS DE UN SOLO ENGANCHE: El arnés se engancha al cinturón de seguridad del vehículo. En caso de colisión, la hebilla del arnés se rompe. El perro choca contra el respaldo del asiento, provocando graves lesiones al conductor en la columna. El animal sufriría lesiones graves o mortales.

 

ARNÉS CON DOS ENGANCHES: El arnés evita el desplazamiento hacia delante, por lo tanto, no se transmite ninguna carga al conductor. Para evitar que la mascota choque contra los asientos -con consecuencias que serían muy graves-, deberán tener un sistema de unión corto.

 

REJILLA DIVISORIA: Un rejilla colocada entre los pilares de la estructura del coche, separando la cabina del maletero, permite a la mascota moverse libremente sin molestar al conductor, pero en caso de colisión y según la posición del animal en ese momento, puede sufrir lesiones muy graves. Lo mejor es combinar el transportín con la rejilla divisoria.

 

TRANSPORTÍN SUJETO CON EL CINTURÓN DE SEGURIDAD: El transportín destroza los puntos de sujeción del cinturón. Además, se rompe su parte superior. El animal sufre lesiones muy graves y los ocupantes del vehículo soportan cargas importantes.

 

TRANSPORTÍN COLOCADO EN EL SUELO DEL VEHÍCULO: Los transportines pequeños encajan bien en el suelo. Como tienen poco espacio la enegía del impacto es absorbida pronto y apenas se deforma el habitáculo del animal que solo sufre lesiones leves.

 

TRANSPORTÍN EN EL MALETERO: Cuando el animal es más grande y el transportín también, se puede colocar en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. No se puede excluir la posibilidad de que los ocupantes de las plazas traseras sufran lesiones.

 

Indudablemente el transportín es la mejor manera de llevar a un perro incluso si este viaja dentro del maletero del coche, entre otras cosas porque el própio transportín le evitará golpearse en el maletero. No obstante cada persona debe ser consciente de que la responsabilidad es exclusivamente del dueño que es quien tiene que observar todas las medidas de seguridad posibles.