MIFAUNA

Los dueños de los animales son quienes mejor conocen a sus mascotas, y tanto es así que aunque hay comportamientos comunes en todos los animales de una misma especie que además se acentúan en los de una misma raza, lo cietto y claro es que cada animal tiene su propia manera de comportarse.

 

Un perro de una determinada raza se parece a sus congéneres pero adquiere su própia manera de ser en función de como haya sido educado.

 

Por esta misma razón, los collares antiladridos que funcionan con ultrasonidos aunque emiten un ultrasonido audiblke por todos los perros, no todos los que lo escuchan reaccionan igual.

 

Hay que decir que el ultrasonido es molesto para todos los perros de la misma forma que un ruido insoportable se nos haría pesado a todos los humanos, pero también hay que puntualizar que algunos perros son mas fuertes que otros, existen los más miedosos y luego están los mas tercos, a los que hay que prestar atención aparte, ya que son capaces de aguantar las molestias mientras persisten en su actitud.

 

Contra los perros tercos quizás el remedio es la perseverancia, pues con un poco de paciencia, cesarán en su actitud, pero si al principio no colaboran, lo mejor es insistir, pero siempre con cabeza, usando el sentido común.

 

Dichoe sto, hay que aplicar el correctivo correcto siempre y cuando sea proporcional, y un ultrasonido aunque resulta molesto es totalmente inocuo para un perros siempre y cuando el ruido no sea ensordecedor ni dure horas seguidas.

 

Como los collares antiladridos no necesitan mando a distancia, lo único que hay que hacer es ponérselo al animal y conectarlo en las horas o momento en que le perro se dedique a ladrar indiscriminadamente.