MIFAUNA

El comportamiento de un gato nómada no es el mismo que el del gato doméstico que está acostumbrado a estar con su familia de acogida y sabe cual es su sitio además de conocer perfectamente su entorno y los límites del mismo.

 

 

Un gato acostumbrado desde pequeño a hacer sus necesidades en un arenero para gatos, siempre acudira a el en el momento que lo necesite, y con seguridad de que no lo hará en otros sitios de la casa ni fuera, aunque está claro que en determinadas situaciones en las que no pueda acceder a la casa, es posible que si está en el jardín busque la tierra como sustituto de su cama de higiene.

 

También cuando los llevamos de un sitio a otro o durante los viajes , se acolan enseguida a sus transportines y no ponen demasiadas pegas si antes han jugado o interactuado con ellos, pues a pesar de que vayan con la puerta cerrada, no se suelen asustar.

 

 

Los gatos son cariñosos con sus dueños, conocen sus comederos y bebederos e identifican su comida, pero no solo eso, tambien conocen las costumbres de los dueños y del resto de las personas que conviven con ellos y rápidamente identifican a las personas que les dan de comer y son a ellas a quienes se la reclaman en el caso de que su recipiente esté vacio.

 

 

Otra de las costumbres mas comunes de estos pequeños animales es la docilidad con la que tratan a los bebés y niños pequeños, dejándose coger por ellos aunque esto les resulte incómodo.

 

 

La costumbre más común es la de rascar cualquier objeto que esté a su altura y se preste a sus garras, aunque lo normal es que utilicen un rascador de gatos que está exrésamente diseñada para ellos para que jueguen y rasquen a sus anchas, cosa que harán en cuanto se familiaricen con el objeto que le pngamos.