MIFAUNA

No existe una formula mágica que garantice el adiestramiento canino en pocos dias, a no ser que el perro sea muy inteligete y haya estado acostumbrado a obedecer, puesto que si no hay obediencia el perro no prestará atención al dueño y no solo no atenderá sus órdenes, sino que es posible que haga justo lo contrario.

 

Cuando el dueño de un perro no se hace con el animal, lo más normal es que pida consejos, o lleve al perro a algún centro de adiestramiento, o bien piense en el collar de adiestramiento como si ese dispositivo fuera la panacea universal que por si solo adoctrine al can.

 

Un buien collar de adiestramiento canino debe considerarse una ayuda al adiestramiento del perro y no una herramienta automática porque de hecho no lo es, ya que la centralita solo actúa cuando el adiestrador pulsa el botón del mando a distancia del collar de adiestramiento.

 

En los cursos de adiestramiento de perros,  se enseña lo que es la obediencia básica para que el dueño o adiestrador canino conozca las técnicas que permitirán realizar la educación básica del perro que es lo primero que hay que practicar.

 

Una vez el perro obedezca al cuidador o a su dueño, al perro se le complementa su adiestramiento enseñándole las normas elementales de convivencia para que este tenga un comportamiento correcto con las personas.

 

Solo a partir de entonces el perro puede estar suelto en el entorno donde haya personas, ya que sin que el perro esté educado puede suponer un riesgo exponerlo donde hay niños o personas desconocidas para el animal, pues no podemos afirmar que no vaya a molestarles o causarles daño.

 

Volviendo al collar de adiestramiento, este solo debe colocárselo el dueño o cuidador, ya que dificilmente podremos adoctrinar a un animal si no nos conoce o nos obedece aunque sea basicamente. Si el collar se lo coloca su dueño, el perro va a entender que aquel nuevo aparato es algoq ue su dueño quiere que lleve y a menos que sea un perro demasiado terco, el adiestramiento en obediencia básica puede enseñalo el propio dueño sin apenas conocimientos ni experiencia, pero esto no debe considerarse como regla y queda por supuesto supeditada a la decisión del educador.