MIFAUNA

Como hemos comentado en nuestro Blog en mas de una ocasión, cuando usamos un collar de adiestramiento se debe respetar al perro y solamente deben usarse con un principio de racionalidad, solamente apercibiendole cuando hace algo mal, y en ningún caso deben usarse para probar su eficacia porque el perro no entenderá que estamos realizando pruebas.

 

Así se ajusta un collar de adiestramiento

 

Un collar de adiestramiento tiene que ajustarse a la medida del cuello del animal, pero hay otros ajustes que deben realizarse en la centralita que lleva el collar, concrétamente hay que ajustar los niveles de potencia y de sensibilidad, que son muy distintos en cada aparato, pues cada marca ofrece distintos modelos y hay que echar mano de las instrucciones para saber que es lo que estamos haciendo puesto que no puede ponerse en cualquier nivel, sino en el adecuado teniendo en cuenta el peso el tamaño y la fortaleza del perro.

Una vez que hayamos ajustado estos niveles, solamente tendremos que variar la longitud del collar para que al colocárselo a nuestro perro quede firmemente sujeto al cuello de manera que quede lo suficientemente apretado para que el collar no se de la vuelta y la centralita no se mueva de su posición correcta.

Si el collar se ajusta con hebilla en los agujeros, es necesario haremos un nuevo agujero al collar con la ayuda de un sacabocados o un punzón. Por supuesto esto debe hacerse una vez que hayamos verificado el funcionamiento de todas las partes, ya que posteriormente no podrá cambiarse por otro ni devolverse si el collar está manipulado, retocado o alterado.

En caso de duda siempre colocaremos los niveles en su posición mas baja, para gradualmente ir subiendo la potencia hasta notar que el collar interactua con el perro y este responde a nuestra llamada de atención.

Un collar de adiestramiento no es un juguete y por tanto no debe dejarse en manos de los niños, y cualquier adulto que lo utilice debe conocer a la perfección el uso y funcionamiento de cada botón del mando a distancia, y solo así evitaremos que el perro reciba ordenes equivocadas.

Un uso correcto garantizará una correcta puesta en marcha y un óptimo funcionamiento, sobre todo racional y pensando siemre en la eucación de nuestra mascota.