MIFAUNA

Un perro que no obedezca nada no está preparado para levar un collar educativo para perros sin que antes se le prepare puesto que si el perro es muy terco, la tarea de adiestramiento se complica.

 

Los collares de adiestramiento pueden educar a un pero terco, pero obviamente se necesita que al menos el animal reconozca a su dueño y que este le acostumbre a obedecerle, a que venga cuando le de su comida y a que no se comporte agresivamente.

 

Aunque en principio no nos haga mucho caso, el perro se va a acostumbrar enseguida a las órdenes que le transmitamos con el mando a distancia, pero repetimos que es importante que el dueño actúe al mismo tiempo verbalizando las órdenes para reforzar y repetirle al perro lo que le queremos decir.

 

Para que no sea costoso de entender, imaginemos que el perro no obedece y siempre que viene algún visitante a casa, intenta morderle o molestarle. Esta situación ha de corregirse, y a veces el perro no nos hace caso al decirle un "NO" en voz alta, así que con el collar puesto lo que haríamos es esar pendientes y cuando mostrara esa actitud, pulsar el botón indicado para que el collar vibre, al timpo que repetimos la palabra "NO" en voz alta.

 

Esta asociación de órdenes verbales y castigos sin daño, hacen que el perro se sociabilice y a partir de pocos dias no tengamos siquiera que utiizar el collar, sino simplemente la orden de voz.

 

 

El collar de adiestramiento y la orden positiva

 

Sin duda, las órdenes del dueño no pueden ser siempre para decir que no haga una cosa o no haga otra, ya que en algún momento la órden será de que venga a nuestro lado, y en este caso el "NO" sobra.

 

En este caso la orden del dueño es muy sencilla, solo debe llamar al perro y si no viene, entonces debe apretar el botón de vibración del collar educativo para perros y de esta manera el perro no se asusta sino que recibe una señal de atención y precisamente la vibración aunque no es peligrosa ni dañina si que reclama la atención del perro que solo se asustará cada vez que el collar vibre.

 

Aprovechando el momento de "despiste" del perro, tras la vibración es cuestión de llamarle otra vez con voz suave, un "VEN" al que esté acostumbrado, y solo darle a la vibración si el perro hace lo contrario, es decir... se vá.

 

¿Pero que pasa si el perro no viene ni se vá?

 

Analizaremos este comportamiento en un proximo post, ya que hay que tener en cuenta que si el perro no obedece nada de nada, el dueño debe saber que el collar de adiestramiento también le va a aservir de gran ayuda puesto que con un perro muy terco no valen solo las órdenes verbales.