Lavar a un animal no significa echarle agua con una manguera porque esto sería mas bien refrescarlo, ya que lavarlo es una taréa fácil pero si se quiere hacer correctamente tendremos que utilizar jabón y frotal el manto para que el lavado no solo sea superficial.

Un correcto lavado comienza con el mojado del cuerpo del animal, sobre todo del manto para que el pelo no esté seco y el jabón o champú penetre con facilidad.

La misión del agua es que el champú escurra y al mezclarse con el líquido ayumente de volumen y de esta forma siga "mojando" el cuerpo del animal de manera que empape de producto tanto el pelo como la piel.

El lavado en seco de nuestras mascotas

La cosmética ha evolucionado bastante y tiene remedios infalibles para cuando nuestra mascota no puede mojarse y mucho menos empaparse, ya sea por razones de salud o por recomendación del veterinario.

Existe un  champú seco para perros y gatos  con el que se obtienen unos resultados fantásticos sin necesidad de tener que mojar con agua el pelo ni por supuesto tener que aclarar después para eliminar el resto del producto.

Aunque hay varios de estos champús en el mercado, uno de los mejores sin duda es el Champú en Seco OC Magic Foam para perros y gatos que se comercializa en formato botella de medio litro (exáctamente  532ml) y que ya viene con un dosificador que facilita la dosis sin tener que destapar la botella.

El champú en Seco OC Magic Foam de Chris Christensen es una espuma que limpia el manto de perros y gatos sin necesidad de aclarado y que aunque puede utilizarse con casi todos los perros, resulta  ideal para perros con mantos ligeros.

Lavar a nuestra mascota con este chamú seco es muy fácil, ya que tan solo hay que presionar el dosificador para coger un  poco de espuma en la palma de la mano, aplícarlo  en la zona que necesita limpiar y frotar como si estuviéramos lavando al animal con un champú convencional, aunque la densidad de este champú seco ayudará a repartirse fácilmente por todo el manto.

Una vez aplicado el producto podemos dejarlo unos minutos y secar el resto con una toalla o también con un secador de pelo y podremos lucir a nuestra mascota de la misma manera que si lo hubiesen lavado en una peluquería canina, aunque en este caso resultará increíble creer que lo hayamos lavado sin utilizar una gota de agua.