MIFAUNA

Lo que hace el collar antiladridos para que el perro no ladre es transmitir una pequeña corriente eléctrica de baja potencia similar a la que reciben las personas para la rehabilitación muscular

 

Por tanto estas señales no revisten peligro alguno para el perro siempre y cuando el collar funcione y el perro entienda lo que lleva puesto, que es la parte mas dificil de conseguir, porque la clave para que el perro deje de ladrar es que el animal asocie la respuesta del collar con lo que acaba de hacer, en este caso ladrar.

 

Los collares antiladridos funcionan sin mando a distancia por tanto comienzan a realizar su función nada mas colocarselo al perro en el cuello y ponerlo en la posición ON, por tanto hay que tener la precaución de colocarselo apagado (posición OFF) con el fin de que la centralita el collar no cmience a funcionar hasta que todo este revisado y el collar perfectamente abrochado.

 

Las dos primeras horas

 

Si el perro es fuerte o terco, es mejor elegir un collar antiladridos con varios niveles de intensidad  y de igual manera colocárselo en posición de apagado para que la centralita no actue.

 

Ni que decir tiene que hay que quitarle el collar habitual para no entorpecer el contacto de los terminales metálicos del collar con la piel del cuello del perro.

 

Durante los primeros 10 minutos observaremos al perro y procederemos nuevamente a reacondicionarle el collar antiladridos mirando si se ha desplazado de su sitio.

 

Hay que recalcar que aún no hemos encendido el collar antiladridos y que durante otros 10 minutos seguiremos observando al perro por si muestra algún tipo de rechazo al nuevo collar.

 

A la media hora mas o menos, dependiendo de como se haya tomado el perro lo de llevar un nuevo collar, procedramos a verificar que el selector está aproximadamente en un nivel medio porque aun no sabemos si será el nivel correcto.

 

Si tenemos suerte y el perro ladra, el collar comenzará con sus impulsos y el animal asociará la descarga electrostática con el ladrido y pronto aprenderá a no ladrar porque sabrá que su dueño le ha puesto el collar prcisamente para que no ladre.

 

Si no ladra el animal no debe provocársele el ladrido a no ser que la manera en que se la provoquemos sea algo habitual a lo que el perro ladra cuando no debe.

 

Supongamos que el perro ladra a un gato que tenemos en casa. Si esto es así, si que podremos sacar al gato del entorno y volverlo a meter cuando queremos provocarle el ladrido, pero nunca se debe provocar al perro con acciones en las que tiene que ladrar, por ejemplo ante una actitud amenazante por parte de un desconocido.

 

Al cabo de las dos horas, si no hay ningun anomalía podemos ejar al perro solo a ver que es lo que hace en nuestra ausencia, pero seo será motivo de otro post, ya que os recomendamos que leais toda la información y que comprendais plenamente de que se trata y como funcionan estos collares.