Este tipo de  barrera de seguridad para perros consiste en una valla plegable que se ajusta a cualquier hueco de puerta, impidiéndoles el paso de una estancia a otra.

La instalación es muy simple ya que simplemente hay que atornillarlo al marco de la puerta con unos pequeños tornillos y ya queda lista para cerrar y abrir en cuestión de segundos, y de esta manera tener siempre controlado al perro.

No hay que pedirla de un tamaño especial, ya que se adapta a huecos de entre 60 y 110 centímetros, aunque generalmente se instalan en las puertas de las cocinas o en los pasillos o huecos de escaleras.

La barrera en sí tiene forma de verja por lo que además de controlar al perro podemos verlo perfectamente a través de ella, por lo que resulta muy práctico sobre todo con perros muy pequeños que no les gusta estar solos y acuden siempre cerca de donde estamos.

Por el precio que tiene y por lo fácil y funcional que es no hay motivo para pensarselo demasiado cuando tenemos el problema de tene un perro en casa y como en este caso queremos impedirle el paso a la cocina pero sin tenernos que encerrar ni cerrar la puerta, así que la barrera de perros una solución práctica y barata.