MIFAUNA

Lo que hace el collar es transmitir una pequeña corriente eléctrica de baja potencia similar a la que reciben las personas para la rehabilitación muscular y no tienen ningún peligro para el perro aunque claro está le resulta molesto y por tanto dejan de ladrar inmediatamente.

 

Un modelo sencillo es eficaz en el 80% de los casos, aunque si el perro es fuerte o terco, es mejor elegir un collar con varios niveles de intensidad a fin de fijar precisamente uno que el perro lo note.

 

Estos impulsos no se los manda el dueño del perro ni el adiestrador, sino que son consecuencia del ladrido que es lo que hace saltar la alarma del dispositivo y generar el impulso.

 

Esto no se repetirá mas de una docena de veces, puesto que los perros tienen memnoria y además asimilan rápidamente, por lo que a la tercera o cuarta vez, el animal asociará la descarga electrostática con el ladrido y pronto aprenderá a no ladrar porque sabrá que su dueño le ha puesto el collar prcisamente para que no ladre.