Un cencerro funciona igual que una campana a la que para hacerla sonar tiramos o movemos una cuerda atada al badajo interior, pero en este caso es el cencerro entero e que se mueve provocando que el badajo de metal o cuerno golpee constantemente en el interior del cencerro y se produzca un ruido metálico que sirve al gandero para saber donde están los portadores de tan singular utensilio de sonido.

Los cencerros no son muy complejos y generalmente tienen forma tubular o acampanada y suelen estar fabricados de una pieza, aunque hay cencerros de fundición y otros de más de una pieza unidas con soldadura, aunque no es lo más corriente.

Si nos atenemos a la definición del Dicionario de la RAE, un cencerro es "una campana pequeña y cilíndrica, tosca por lo común, hecha con chapa de hierro o cobre, que se usa para el ganado y suele atarse en el pescuezo de las reses", 

Aunque no lo recoge nuestro diccionario, un cencerro también es un instrumento de percusión con forma de campana, generalmente sin badajo y con los lados rectos, que se toca golpeándolo con una baqueta y aunque en España no está muy difundido como instrumento, en Hispanoamérica se usa especialmente en la salsa y otros ritmos musicales.

Los cencerros son muy populares en el mundo rural y su uso se ha extendido por toda España, no solo para el ganado vacuno o bovino sino también para el ganado ovino y caprino, aunque en este caso se utilizan cencerros pequeños como es natural.

Los cencerros por lo general no tienen ninguna pieza para fijar el badajo e impedir que este golpee y haga ruido, así que en algunas partes de nuestra geografía, los pastores se las ingenian para que los cencerros se queden mudos y los tapan rellenandolos con hierbas o trapos de manera que no puedan sonar cuando las reses entran a comer en las sementeras o pastos del ganado de otros dueños, para así no despertar la atención en los alrededores.